La obligatoriedad de la facturación electrónica es un cambio normativo que afectará a autónomos, pymes y empresas en España. Aunque ya ha sido establecida por la Ley Crea y Crece (Ley 18/2022, de 28 de septiembre), su desarrollo completo dependerá de la publicación de un reglamento que deberá desarrollar los detalles técnicos y operativos. Te explicaremos cómo será esta transición, los plazos previstos y los pasos necesarios para cumplir con la normativa.
La Ley Crea y Crece introdujo la obligación de usar la facturación electrónica en todas las relaciones comerciales entre empresas y autónomos. Esta medida busca digitalizar los procesos administrativos, reducir la economía sumergida y facilitar el control fiscal.
Sin embargo, aunque la ley ya está en vigor, su aplicación efectiva dependerá de la aprobación de un reglamento específico que definirá los plazos concretos para cada tipo de negocio, los formatos y requisitos técnicos de las facturas electrónicas y los detalles operativos sobre su implementación.
La aplicación de la facturación electrónica se realizará de forma progresiva, y los plazos específicos comenzarán a contar a partir de la publicación del reglamento en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Las empresas y autónomos con una facturación anual superior a 8 millones de euros tendrán un plazo para poner en marcha la facturación electrónica de un año desde la publicación del reglamento. El resto de empresas y autónomos, de dos años. La estimación actual es que las grandes empresas tendrán de plazo para adaptarse hasta finales de 2025, mientras que el resto de autónomos y pymes, hasta finales de 2026.
El reglamento será clave para aclarar cómo deben adaptarse las empresas y autónomos a esta nueva normativa. Aunque la Ley Crea y Crece establece las bases generales, el reglamento detallará aspectos cruciales como:
Aunque los plazos definitivos aún dependen del desarrollo normativo, es fundamental que autónomos, pymes y empresas empiecen a prepararse para esta transición. Estos son algunos pasos que sería recomendable seguir:
La facturación electrónica no solo es una obligación legal, sino que también aporta beneficios, como por ejemplo: