Con la llegada del verano y el inicio de las vacaciones surge un tema clave para las empresas: la desconexión digital. Aunque se trate de una normativa reciente, la necesidad de garantizar que los empleados puedan disfrutar plenamente de su descanso sin interrupciones laborales tiene una base legal clara. ¿Qué implica exactamente la desconexión digital? ¿Qué dice la normativa española al respecto? ¿Qué pueden hacer pymes, autónomos empleadores y grandes empresas para evitar conflictos en esta época del año? Te lo explicamos a continuación.

¿Qué es la desconexión digital?

La desconexión digital es el derecho que tienen los trabajadores a no atender llamadas, mensajes, correos electrónicos ni ninguna otra forma de comunicación profesional fuera del horario laboral, incluido el periodo vacacional. Este derecho se reconoce en la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos y Garantía de los Derechos Digitales, que establece que los trabajadores tienen derecho a “la desconexión digital en el ámbito laboral a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o pactado, el respeto a su tiempo de descanso, permisos y vacaciones”.

Esto significa que ningún trabajador debe ser molestado durante sus vacaciones por motivos laborales, salvo situaciones excepcionales justificadas y pactadas previamente.

¿Qué obligaciones tienen las empresas?

Las empresas, independientemente de su tamaño, están obligadas a garantizar el derecho a la desconexión digital. La Ley obliga a desarrollar una política interna de desconexión, que debe incluir:

  • Medidas organizativas y formativas.Es decir, no solo redactar una política, sino también formar al personal y organizar el trabajo de forma que se eviten comunicaciones fuera del horario laboral o durante las vacaciones.
  • Especial atención al uso de dispositivos digitales.Si los empleados disponen de móviles, tablets o portátiles corporativos, debe regularse su uso fuera del horario laboral y durante los descansos.
  • Respeto a convenios y acuerdos colectivos.Si existe un comité de empresa o representantes de los trabajadores, deben participar en la elaboración de estas políticas.

En resumen, no basta con recomendar a los trabajadores que se desconecten: la empresa debe crear las condiciones reales para que eso ocurra.

¿Cómo se puede regular internamente?

Algunas medidas prácticas que pueden implementarse para garantizar una desconexión efectiva en vacaciones son:

  • Redactar una política de desconexión digital clara, accesible para todo el personal, y comunicarla debidamente.
  • Establecer normas internas sobre el envío de correos o mensajes fuera del horario laboral o en vacaciones. Por ejemplo, desactivar notificaciones automáticas, no programar reuniones en días no laborables o indicar claramente en los correos electrónicos que no se espera respuesta fuera del horario.
  • Evitar que los responsables de equipo contacten con trabajadores de vacaciones, salvo fuerza mayor. Es recomendable que, en vacaciones, la empresa tenga definidos sustitutos o responsables provisionales para evitar interrupciones.
  • Incluir avisos automáticos en los correos corporativos de los empleados que están de vacaciones, indicando la fecha de regreso y una persona de contacto alternativa.
  • Incluir la desconexión digital en el plan de prevención de riesgos laborales, dentro del apartado de riesgos psicosociales.

¿Qué riesgos legales existen si se incumple?

No respetar la desconexión digital puede tener consecuencias legales para la empresa. El trabajador podría denunciar a la Inspección de Trabajo, que puede imponer sanciones si detecta incumplimientos relacionados con el respeto al tiempo de descanso; así como reclamar daños y perjuicios por vulneración de derechos fundamentales, como el derecho a la intimidad o a la salud.

¿Qué ocurre con los autónomos empleadores?

Aunque los autónomos no estén sometidos a la misma presión legal que las grandes empresas, si tienen trabajadores a su cargo también deben garantizar su derecho a la desconexión digital. Además, en muchas ocasiones, los propios autónomos sufren las consecuencias de no desconectar: trabajar durante las vacaciones, responder mensajes en cualquier momento o estar siempre disponibles puede afectar a su salud y productividad.

Por tanto, es recomendable que también los autónomos planifiquen sus vacaciones y comuniquen con antelación a sus clientes y empleados los periodos en los que no estarán disponibles.

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