El final del año es también la fecha en que muchas empresas planifican el calendario de vacaciones del próximo año. Una cuestión delicada que puede ser motivo de conflicto, pero que puede abordarse mejor si se conoce lo que establece la ley y se tienen en cuenta una serie de consejos.

En primer lugar hay que tener en cuenta qué dice la ley al respecto de la elección de las vacaciones por parte de los empleados. Según el Estatuto de los Trabajadores, el periodo o periodos de vacaciones se fijará según lo que establecen los convenios colectivos.

En caso de que el convenio no haga referencia a este aspecto, se tendrá en cuenta lo que establece el Estatuto de los Trabajadores: las vacaciones se fijan de común acuerdo entre el empresario y el trabajador, que tiene derecho a conocer las fechas con al menos dos meses de antelación.

En este sentido, es necesario tener en consideración que pueden existir razones de actividad u organizativos que lleven a la empresa a dar la opción a sus empleados a elegir las vacaciones entre unas fechas concretas, o a no disfrutarlas en determinados días del año. En cualquier caso, no es cierta la afirmación de que el empleado tiene derecho a elegir 15 días de vacaciones y la empresa, los otros quince: siempre teniendo en cuenta lo que establecen el convenio y las necesidades de la empresa, las vacaciones se elegirán de común acuerdo.

Para algunas empresas que cierran determinados días al año diseñar el calendario de las vacaciones se simplifica, aunque en la actualidad no es tan habitual como antes encontrar negocios que descansan, por ejemplo, todo el mes de agosto, y cuyos trabajadores cogen vacaciones siempre en esas fechas.

A partir de aquí, conviene tener en cuenta algunas recomendaciones que puede hacer más fácil planificar las vacaciones en la empresa de modo que pueda mantenerse la actividad

1. Analizar las cargas de trabajo

Ser conscientes de en qué momentos del año la actividad de la empresa es menor facilitará establecer cuántos trabajadores podrán coger vacaciones de forma simultánea en cada periodo. En determinados casos convendrá cerrar el negocio durante unos días. En otros, se puede solicitar a los empleados que disfruten de parte de sus vacaciones en un periodo determinado.

2. La antigüedad no da más derechos

En algunas empresas existe la práctica de que los trabajadores con mayor antigüedad tienen el privilegio de disfrutar siempre de sus vacaciones en las mismas fechas, un hábito que puede entrar en conflicto con las preferencias y necesidades de otros empleados, y crear también un mal clima laboral. La antigüedad no puede ser razón para tener preferencia.

3. Rotar la prioridad

Los convenios de algunas empresas que incluyen la forma de fijar las vacaciones establecen que los trabajadores que gozaron de una menor prioridad para elegir sus vacaciones el año anterior tienen al año siguiente preferencia. De este modo, si un empleado tiene que ceder un año y elegir sus vacaciones en unas fechas que no son las que desea, tiene más posibilidades al año siguiente de gozar de los días de vacaciones a su elección.

En otros casos, el convenio de la empresa establece un sistema de puntos que varían en función del periodo del año, de modo que a la hora de establecer la prioridad que se tendrá al año siguiente se tiene también en cuenta si se gozó de las vacaciones en unos días de mayor demanda por parte de los trabajadores.

4. Establecer un sistema justo

Sea cual sea el sistema establecido para elegir vacaciones, debe ser justo. Incluir en el convenio con el mayor detalle posible un sistema ecuánime evitará problemas. Al margen de esto, fomentar un buen clima laboral repercutirá favorablemente en la capacidad de los trabajadores de llegar a acuerdos, y esto evitará también conflictos entre los empleados.

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