A partir del próximo 1 de enero de 2022 la edad ordinaria de jubilación se retrasa hasta los 66 años y dos meses y se amplía el tiempo cotizado necesario para acceder a ella para aquellos trabajadores que no hayan alcanzado dicha edad, hasta los 37 años y seis meses. A este retraso en la edad de jubilación, que se aplica cada año progresivamente como consecuencia de la reforma de las pensiones de 2011, se suman algunas modificaciones aprobadas recientemente, como la revalorización de las pensiones conforme al IPC y las penalizaciones por jubilación anticipada.

De este modo, en 2022, los trabajadores que hayan cotizado menos de 37 años y seis meses (en 2021 el requisito son 37 años) deberán esperar para jubilarse hasta los 66 años y dos meses (en 2021, hasta los 66 años), mientras que los que hayan alcanzado ese tiempo de cotización podrán hacerlo a los 65 años.

El objetivo final de la reforma de las pensiones de 2011, que se aplica progresivamente cada año, es que en 2027 las personas con menos de 38 años y seis meses de cotización puedan jubilarse a los 67 años, y quienes hayan cotizado ese tiempo, a los 65 años.

Además, para calcular la base reguladora de quienes se jubilen en 2022 se tomarán en consideración las bases de cotización de los últimos 25 años, frente a los 24 de 2021, y el divisor que se utiliza para calcularla aumenta de 336 a 350.

Junto a estos cambios que ya contemplaba la reforma de las pensiones de 2011, en 2022 entran en vigor otras modificaciones aprobadas este año. Entre ellas, la que penaliza a quienes se jubilen de forma anticipada y la que bonifica a quienes lo hagan después de superada la edad ordinaria de jubilación.

Por un lado, se aplicarán nuevos coeficientes reductores que modificarán la cuantía de la pensión, que afectarán negativamente a quienes se jubilen 24 o 23 meses antes de haber cumplido la edad ordinaria de jubilación, y a quienes lo hagan tres meses, dos meses y un mes antes, con el objetivo de desmotivar las jubilaciones más anticipadas y las de aquellos más cercanos a llegar a la edad legal.

Además de las penalizaciones, también habrá bonificaciones para quienes, al contrario, retrasen su edad de jubilación por encima de la edad ordinaria, del 4% de la base reguladora por cada año extra trabajado o mediante un pago único de hasta 11.000 euros.

Por otro lado, a partir de 2022 la revalorización anual de las pensiones se calculará conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC), y en caso de que este sea negativo, la cuantía de la pensión permanecerá inalterada.

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