El auge del teletrabajo ha impulsado el fenómeno de los nómadas digitales: profesionales que teletrabajan desde distintos lugares del mundo. Para las empresas, pymes y autónomos que buscan contratar talento, esta tendencia representa una oportunidad. Sin embargo, también plantea retos fiscales y laborales que deben conocerse y gestionarse adecuadamente. Te explicamos las principales implicaciones fiscales de contratar a nómadas digitales y cómo actuar para evitar riesgos.
Un nómada digital es una persona que presta servicios de manera remota, generalmente a través de internet, sin estar atada a un lugar fijo. Puede cambiar de país o ciudad con frecuencia y, por tanto, su situación fiscal y laboral varía dependiendo de dónde esté residiendo en cada momento. Muchos gobiernos, incluidos el de España, han creado visados especiales para nómadas digitales.
La contratación de nómadas digitales conlleva tener en cuenta cuestiones fiscales y laborales, que te contamos a continuación.
Residencia fiscal de los nómadas digitales
Contratar a un nómada digital plantea varias cuestiones. Una de ellas es la determinación de la residencia fiscal. La residencia fiscal del trabajador no depende solo de su nacionalidad, sino de su lugar habitual de residencia. Normalmente, se considera residente fiscal en un país quien pasa más de 183 días al año en él o quien tiene allí su centro de intereses vitales.
Si tu empresa contrata a un nómada digital que pasa la mayor parte del año en otro país, es posible que debas tener en cuenta la fiscalidad de ese país para calcular los impuestos.
Obligaciones de retención y pago de impuestos
Si el nómada digital trabaja desde otro país, podría surgir la obligación de retener impuestos en ese país y no en España. Dependerá de si existe un convenio de doble imposición entre España y el país de residencia; y también de si se considera que el nómada digital tiene un vínculo laboral directo con la empresa o actúa como autónomo.
Creación de un establecimiento permanente
Uno de los mayores riesgos fiscales es que la presencia de un trabajador en otro país pueda considerarse como la creación de un establecimiento permanente de tu empresa en ese lugar.
Tu empresa podría verse obligada a tributar en el país de residencia del trabajador por la actividad que éste desempeña. Este riesgo aumenta si el trabajador tiene poder para negociar o cerrar contratos en nombre de la empresa.
Contribuciones a la Seguridad Social
Si el trabajador está en un país de la Unión Europea, se aplicará el Reglamento CE 883/2004 sobre la coordinación de los sistemas de Seguridad Social. Dependiendo del caso, el trabajador podrá cotizar en su país de residencia o seguir cotizando en España mediante un formulario A1.
Fuera de la UE, todo dependerá de si existe un convenio bilateral de Seguridad Social.
Opciones de contratación de los nómadas digitales
A la hora de formalizar la relación con el nómada digital, existen varias opciones para la empresa:
Contratar como empleado
Puedes contratar a un nómada digital como trabajador asalariado. En ese caso, deberás asegurarte de su situación migratoria y cumplir con las obligaciones fiscales y de Seguridad Social en el país donde reside, además de adaptar el contrato laboral a la legislación aplicable.
Contratar como freelance o autónomo
Otra opción es establecer una relación mercantil, contratando sus servicios como autónomo. En este escenario el trabajador es responsable de sus impuestos y cotizaciones. De este modo evitas la obligación de retenciones y cotizaciones directas.
Debes asegurarte de que la relación no pueda considerarse como laboral (falso autónomo), lo cual tendría consecuencias legales.
Utilizar una Employer of Record (EOR)
Una solución muy extendida es contratar a través de un Employer of Record. Esta empresa actúa como empleador oficial del nómada digital en su país de residencia, encargándose de toda la gestión laboral y fiscal.
Incentivos fiscales y programas para nómadas digitales
Algunos países, como España, han creado programas específicos para atraer a nómadas digitales, que ofrecen visados especiales y una tributación más ventajosa durante un período determinado (como el nuevo «régimen Beckham» extendido a nómadas digitales). Esto puede facilitar la contratación si tu empresa decide atraer talento internacional.
Desde 2023, España ofrece un régimen fiscal especial para nómadas digitales extranjeros que trabajen para empresas no residentes en España o startups. En este caso se tributa por el Impuesto sobre la Renta de no Residentes (IRNR), al 24% para los primeros 600.000 euros anuales.
Este régimen también afecta si contratas a españoles que han residido fuera durante los últimos cinco años.
Contratar a nómadas digitales ofrece enormes ventajas competitivas para las empresas que buscan talento. Sin embargo, la complejidad fiscal y laboral que implica exige una planificación cuidadosa. Desde nuestra asesoría para empresas te ayudamos a contratar talento remoto de manera segura y eficiente, diseñando la mejor estrategia para tu empresa.