La posibilidad de que en la cartera de clientes de una empresa se aloje uno con la etiqueta de ‘moroso’ es una probabilidad con la que el autónomo o la pyme deben saber lidiar y, en la medida de lo posible, prevenir. Una de las maneras de estar sobre aviso antes de iniciar una relación de negocios es consultar las llamadas ‘Listas de morosos’.

Hay diferentes listas a las que recurrir. Una de ellas, por ejemplo, está en el Registro de Aceptaciones Impagadas (RAI). Se trata de un extenso registro en el que se hace acopio de ese tipo de información negativa que va ligada a determinadas empresas o compañías. También están ASNEF o CIRBE, entre otras.

Al existir este tipo de listados, un movimiento previo a la firma de un acuerdo con un cliente del que no estemos del todo seguros puede ser consultar cuál es su estado financiero y si hay impagos en su historial. Y si el acuerdo ya está firmado y existen comportamientos o retrasos que no nos cuadran, entonces revisarlo para despejar dudas y actuar en consecuencia serán los pasos a dar. En estos casos, una asesoría de empresas puede resultar de gran ayuda.

En el Registro de Aceptaciones de Impagadas aparecen los impagos de personas jurídicas cuando estos son de 300 euros o más. Asimismo, aparece adjunto un documento con la firma del deudor con el que se deja constancia de la existencia de esa deuda. Estos documentos deben tener fuerza ejecutiva, para ello debe ser un tipo de documento reconocido o usado dentro del sistema bancario.

Si bien, el archivo es privado y es nutrido por las entidades bancarias, al mismo se puede acceder a través de las plataformas electrónicas que van ligadas a ese servicio.

Si al lograr el acceso comprobamos que, efectivamente, se confirman nuestras sospechas de que tenemos un cliente moroso, habrá que tomar medidas si queremos cobrar la deuda. Pero ese será otro asunto que desgranaremos en nuestro blog de noticias de Afonso Asesores, asesoría de empresas de Madrid dedicada a la asesoría fiscal, laboral y jurídica así como a asesoría en Extranjería.

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