Más allá de las consecuencias emocionales, poner punto y final a un matrimonio puede traer aparejados muchos quebraderos de cabeza relacionados con la gestión del patrimonio. El divorcio también tiene importantes repercusiones desde el punto de vista fiscal, que debemos tener en cuenta antes de iniciar el proceso para evitar conflictos posteriores.

La gestión patrimonial en caso de divorcio viene determinada en gran medida por el régimen matrimonial y las capitulaciones matrimoniales. Estas capitulaciones pueden formalizarse antes o después de matrimonio, pero siempre a través de una escritura pública. También es necesario inscribirlas en el Registro Civil, al igual que el certificado matrimonial. Las capitulaciones matrimoniales tendrán gran importancia en caso de divorcio futuro, por lo que es muy recomendable recurrir a un asesoramiento jurídico profesional.

Si no se ha especificado lo contrario, se aplicará el régimen de gananciales, que afecta a cualquier ganancia generada a partir del matrimonio. Quedan fuera de este régimen las donaciones, las herencias y los bienes privativos, que ya se poseían antes de contraer matrimonio. Si hemos optado por el régimen de separación de bienes, es necesario establecerlo a través de las capitulaciones matrimoniales. Este régimen establece una independencia económica de los cónyuges, con excepciones como la vivienda familiar. Existe además un tercer régimen matrimonial: el régimen de participación, que debe establecerse por contrato. En este caso, también existe una separación de bienes y el acuerdo de compartir los incrementos o disminuciones de patrimonio en caso de divorcio.

Desde Afonso Asesores, podemos ofrecerte consejo profesional para facilitarte todos los trámites administrativos relacionados con este proceso y sus posibles consecuencias. Nuestros equipos de asesoría jurídica examinarán tu caso particular, valorando sus repercusiones desde el punto de vista fiscal y patrimonial en caso de divorcio y ofreciéndote apoyo legal en cada paso del proceso.

La existencia de deudas puede complicar enormemente un proceso de divorcio. Ante una deuda, los autónomos responden con todo su patrimonio familiar, por lo que la separación de bienes es una práctica habitual para salvaguardar el patrimonio familiar. No obstante, también debe tenerse en cuenta que en caso de divorcio, un cónyuge no tendrá derecho sobre los bienes a nombre del otro. Encontramos una situación similar cuando los cónyuges son propietarios de una empresa en régimen de gananciales. Normalmente, cada cónyuge posee la mitad de las participaciones de esta sociedad. A la hora de liquidar la empresa en caso de divorcio, son frecuentes los desacuerdos relacionados con la valoración de esas participaciones. En Afonso Asesores, te ofrecemos asesoría fiscal especializada que pueda aconsejarte sobre los trámites y las acciones relativas a tu caso particular para minimizar su impacto fiscal sobre tu patrimonio.

 

Traducir