Han sido varias las ayudas para empresa y autónomos que se pusieron en marcha a lo largo de 2020 para paliar los efectos económicos de la pandemia y las restricciones. Unas se mantienen, otras ya no pueden solicitarse y algunas están aún en el aire.

Una de las ayudas más solicitadas por los autónomos ha sido la prestación extraordinaria por cese de actividad. La medida se alargó en octubre hasta el próximo 31 de enero, y las asociaciones de autónomos han solicitado al Gobierno que se amplíe hasta al menos el 31 de marzo.

También el 31 de enero termina, en principio, la prestación ordinaria por cese compatible con la actividad, y para autónomos de temporada con una flexibilización de los requisitos temporales.

En el mes de enero finaliza, igualmente, la cuarta prórroga de los ERTE, que según como avanzan las negociaciones entre Gobierno, sindicatos y patronal, parece que se alargarán hasta el 31 de mayo.

Hasta el 31 de junio de 2021 podrán solicitarse los créditos ICO, para los que además se ha ampliado el plazo de carencia hasta los dos años y el plazo de vencimiento hasta los ocho años.

En materia tributaria, las declaraciones del primer trimestre del año de los autónomos y pymes con deudas de hasta 30.000 euros se podrán aplazar hasta seis meses (hasta el mes de octubre), los tres primeros meses sin intereses.

Aquellos autónomos que tributan por módulos se beneficiarán de un descuento en el IRPF del 20%, que será del 35% para los sectores de la hostelería, el comercio y el turismo.

En materia de alquileres, los grandes tenedores inmobiliarios (los que tienen alquilados más de diez locales) que tengan locales arrendados a autónomos de algunos de los sectores más afectados deberán aplicar rebajas de hasta el 50% en las rentas de sus inquilinos si las partes no alcanzan un acuerdo sobre la condonación o renegociación para el pago de las rentas.

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